jueves, 23 de abril de 2009

Viendo la ciudad de adentro hacia afuera

Cada semana Santa suelo refleccionar sobre la cantidad de surfers que año tras año aumenta de forma exponencial. Hay algo que me intriga, y no quiero caer en la redundancia de que el surf esta de moda y todas esas hipotesis que vengo escuchando hace largo tiempo.
A continuacion, voy a intentar fundamentar (espero no molestar a nadie) porque aumento (y seguira amentando) el numero de surfistas locales y visitantes (en su mayoria "porteños").

Suelo pasar mucho tiempo en la costa, como asi tambien, por cuestiones sociales ,invierto demasiadas horas deambulando por la "ciudad". Y me sorprende que la ciudad sea tan simple; esta hecha como para que un burro ciego camine por ella, todo esta a la vista, casi no hay rincones. Las postales son siempre las mismas: la estatua de los lobos marinos de la rambla, el casino, la peatonal, el faro, las playas llenas de sombrillas y carpas. Sin embargo, en la costa hay lugares que seducen y que no se dejan ver.

Mucha gente (turistas y nativos) se canso de perder el tiempo, y por medio del surf encontro nuevos rincones para ver un amanecer o esconderce, redescubrio postales que siempre estuvieron presentes. Que me dicen de un aterdecer en La Paloma o de un asado en Las Cuevas, ver la ciudad desde Punta Cantera por la noche disfrutando unas birras luego de una larga sesion en La Punta o ver el faro desde el agua. Esas son panoramicas que enamoran a cualquier persona o marciano, y el surf es el medio mas facil, para encontrar esos momentos. Esta es una de las causas por la cual considero que seguira aumentando la cantidad de surferos.

Por eso, el encanto de una playa en invierno se acentua temporada tras temporada, a traves del surfing se demuestra respeto hacia el oceano.
Muchos nativos no tienen encanto por el mar en invierno: las playas tan apretadas de gente y objetos foraneos en verano, quedan olvidadas a la buena de Dios. Uno se siente tan lejos de la ciudad cuando disfruta del mar en invierno, y eso que la tenemos enfrente.
Los surfistas marplatenses son seres que quieren establecer un vinculo con lo natural ya que no han podido adiestrarse a una ciudad superficial donde muchos de sus habitantes esperan parasitamente las temporadas sin producir nada durante el resto del año(salvo el Puerto)... muchos turistas se cansaron; ahora vienen con tablas en el techo y le dicen:

Adios a los balnearios, al sacoa, a los churros de manolo y a los bares de Alem. Prefieren ir en busca de olas en algun rincon de la ruta 11. Y de esta manera, es que vemos coches de todos los colores con fundas en el techo y cada ves mas familias curtiendo el mar.

Durante muchos años se lo considero al mar como una barrera y se le dio la espalda, la ciudad siempre fue vista de adentro hacia afuera, hacia la costa. Pero hoy en dia todo es diferente, cada vez mas personas con sus tablas de surf miran la ciudad desde adentro... desde adentro del agua!!!!

Por lo dicho anteriormente, el surf le esta quitando al marplatense esa no identidad que paradojicamente lo define.
Nuestra ciudad tiene el mar en el nombre, no obstante, muchos de sus habitantes llevamos el mar en el cuerpo.
Mar del Plata. CAPITAL NACIONAL DEL SURF












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